Paseo sorprendente

Una tarde normal y corriente de las que a diario pasan desapercibidas, iba a ser una tarde diferente, nueva, sorprendente.

Tras unos arboles escuché una risa por un momento me recordó a la risa de mi padre, cuando se venía al parque a ponerse ciego a porros tirado en el cesped, me fui acercando, y la volví a escuchar, una risa de una persona ciega. Tenía curiosidad, parecía la risa de mi padre.

Abrí los ojos muy sorprendida, era mi padre!

- ¡Papá! Pero.,... pero.... ¿Que haces aquí? ¿Te has escapado? Corre papá escondete... que te puede ver alguien y chivarse

Lau? pequeña? no puedo creer que seas tu, como has cambiado, sigues con esa cara de niña, tan dulce,.....pero en tus ojos veo el conocimiento, ya eres una mujer....una mujer preciosa.....hija! Tranquila no me he escapado de la carcel, ya estoy libre, y aqui estoy disfrutando de mis primeros momentos de libertad, que recompensa el encontrarte, es el mejor momento de mi vida, despues de tanto tiempo, esto se merece otro porro, pero esta vez de buena yerba para disfrutarlo con la niña de mis ojos

- Papá, Ya estas fumado? me viste la semana pasada... - Hice una pequeña mueca, buscando alrededor de el colillas o algun indicio que me ayudara a averiguar el grado de su morado.

- Libre? Pero si te quedaban 2 años papa, porque no me has dicho nada?.. explicate.

- Me vas a invitar a un porro? Me vas a invitar a un porro? - Dije abrazandole como una niña pequeña