Vuelta a casa

Acababa de llegar del aeropuerto pero no tenía ganas de llegar a casa, me había tirado un mes alejado de Erremaskuefe sacándome unas pelillas en una discoteca de verano en Valencia y había tenido tiempo de pensar muchas cosas en todo ese tiempo, igual que había tenido todo el tiempo del mundo para echar de menos a mis seres más queridos ... a pesar de ello no volví a casa, me dirigí a la playa, esa playa en la que había vivido tantos momentos, deje mis maletas en la arena, me quite las zapatillas, remangue mis pantalones y comencé a caminar por la orilla intentando despejar mi mente, sin ningún motivo aparente hoy era uno de esos días en los que no tenía ni ganas de levantarme de la cama, aún así lo había hecho pensando en que una vez más volvería a ver a mis amigas, Sam, Aramat, Jara y sobre todo a mi pequeña rubia, moría de ganas de volver a tenerla entre mis brazos eso me tenía que hacer sentir feliz, pero no, había momentos en los que ni yo conseguía comprenderme, me senté en la orilla dejando que las olas me mojaran toda la ropa y comencé a tirar piedras al agua sin mirar a ningún sitio en particular.

Llevaba todo el verano lejos de Erremaskuefe. No hacía mucho que me había instalado pero me gustaba el aire que ahí se respiraba. Le había cogido el gusto a la libertad de expresión, a la variedad de pensamientos, a la irresponsabilidad... vale, yo no era la persona más irresponsable del mundo (demasiado inocente e ingenua cómo para cometer atrocidades), pero me gustaba saber que tanto lo malo cómo lo bueno estaba al alcance de mis dedos. Había hecho amigos aquí, aunque no muchos. Estaban Aramat y Jara, a las que quería seguir conociendo, estaba Lau, la pequeña rubia, con la que no había empezado con buen pie y tenía la esperanza de poder arreglarlo y, por supuesto, estaba el causante de nuestra ligera enemistad. Tino.

Lo había intentado pero no lo había conseguido. Había intentado enfadarme de verdad con él y odiarle cuando me enteré de lo que había estado haciendo, pero soy un corazón demasiado blando, desgraciadamente, y no lo había conseguido.

- Imbécil - pensé. A continuación saque una ligera sonrisa. Puede que lo pensara ligeramente, pero de nada me valía decirmelo a mí misma. El tiempo con él había sido increible y se quedaría cómo el mejor recuerdo que tendría, porque lo nuestro se había quedado en el pasado.

- y así se quedará - me dije.

En el tiempo en el que había estado ausente en Erremaskuefe había conseguido asimilar que no volvería a besar esos labios y que sus ojos verdes no me mirarían como antes me habían mirado. Aquel tiempo me había valido para reflexionar, para darme cuenta de que me gustaba su compañía y si la forma de estar con él era siendo solamente su amiga lo sería, y la mejor. Para eso ayudaría llevarme bien con su chica... aquello era un asunto pendiente.

Después de tanto pensar abrí el libro ' A tres metros sobre el cielo ' que tenía en mi bolso. Típica novela romántica que nunca hubiese leído en el convento, que ya quedaba tan atrás. Aquella historia me hacía suspirar e incluso llorar. Era la tercera vez que me lo leía.

Mientras seguía las palabras que plagaban las hojas de mi libro con la mirada escuché un chapoteo. Conocía el sonido. Piedras caer al agua. Típica acción de cuando vas a la playa solo, no sabes que hacer, estas pensando, te sientes perdido y encuentras reconfortante mirar las piedras hundirse. Al menos eso sentía yo. Miré a ver quien era el intruso.

Levanté la cabeza y no podía creer lo que veía.

- Tino? - chillé. Él se giró hacia mi y no pude contener mi mejor sonrisa. Dejé el libro y me levanté corriendo a su lado y le abracé. Le había echado de menos, muchísimo. Le dí un beso fuerte en la mejilla y le volví a abrazar.

- No te puedes imaginar las ganas que tenía de verte.

[off: Primero, no me gusta nada pero me apetecía escribir a pesar de tener poco tiempo. Segundo, puedes ignorarlo ya que no se cuando podré contestar y bueno... a lo mejor iba dirigido a laura así que, cómo si yo no hubiese escrito nada os quiero (L)]

- Tino? - Me gire rapidamente al escuchar mi nombre, era Sam, ensanche mi sonrisa nada más verla, hacia tanto tiempo que no la veia, estaba incluso más guapa..., se sentó a mi lado en el suelo y me abrazó, me dio un besó en la mejilla y volvio a abrazarme- No te puedes imaginar las ganas que tenía de verte.
- Y yo a ti - correspondi a su abrazo que se prolongo unos minutos y después me despegue despacio a la vez que arqueaba una ceja - ¿y tú que haces por aqui?

Offrol: Lo siento, cero inspiración, guiame... xD

Eché mi largo pelo oscuro hacia atras y miré sus ojos verdes mientras le hablaba.

- Pues acabo de llegar! Conseguí un trabajo como azafata en una sala de fiesta dónde me pagaban muy bien y fui a visitar el convento donde juro no volver a ir.

Había estado un par de días y me quise morir. Salude a todas las madres pero cuando vi a el cura José fue mas doloroso de lo que pensaba. Volvió a hacerlo y fue peor que todas las veces anteriores. Mi rostro se ensombreció mientras recordaba que Tino estaba aquí y le cogí la mano, respiré hondo para contener una lágrima y sonreí.

- Y que es de ti? Que tal va todo? - le dije mientras acariciaba su palma con mis dedos.

[Off: Lo siento, muy vago :S (LL) ]

Derepente su cara cambió, su expresión fue triste... sus ojos se ensombrecieron.
- Y que es de ti? Que tal va todo? - Dijo intentando recomponerse, aunque no lo consiguio mucho.
- emm.. pues acabo de llegar, e estado trabajando fuera este mes y ni si quiera aún pase por casa - Le señale las maletas - Me apetecia un ratito de soledad - Hizo amago de decir algo - Pero me alegro de que estes aqui, sabes que siempre me encanta verte, ahora dime.. ¿Que es lo que te pasa?, se que te pasa algo Sam, te conozco demasiado bien... - Aferre mi mano a la suya que acariciaba dulcemente la mia y con la otra levante su barbilla para que me mirara directamente a los ojos - ¿o es que no confias en mi?

Vaya, pues si que me conocía bien... pensaba que mi debilidad habría pasado desapercibida pero no para él. Mis ojos se volvieron vidriosos cuando hizo que nuestras miradas se cruzasen. Los abrí exageradamente para que no se me escapase ninguna lágrima rebelde.
- No es nada - sonreí forzadamente.
Tino siguió apretando mi mano y mirandome seriamente, no iba a dar el brazo a torcer.
- Sólo he tenido que revivir ciertas experiencias del pasado que me hacen daño, nada más.
Froté mis ojos con la manga ya que al final mis lágrimales me habían fallado. Luego sonreí a pesar de que Tino no se había quedado satisfecho.
- No es que no confíe en tí. Es más, creo que eres la única persona en quien confío. Solamente me duele recordar y ahora no me apetece estropear el momento con mis tonterias.
Acaricie su mejilla con las yemas de mis dedos y luego apreté la mía contra su hombro mientras me abrazaba a él. El viento me daba de lleno en la cara y movía mi pelo de una forma que me relajaba y me hacía olvidar ¿o talvez fuese Tino el que creaba ese efecto en mi? Cerré los ojos disfrutando de la sensación y los mantuve cerrados mientras hablaba.
- Yo también te conozco lo suficiente como para saber que no estas aquí por casualidad... algo pasa por esa cabecilla tuya?

[oFF: Inspiración cero, pero no me ha salido mal del todo xdd a la espera de que contestes Mua! ]

La aprete contra mi, sabia que necesitaba ese abrazo aunque no sabia el motivo... no estaba contento son su respuesta, pero decidi esperar y atacar en otro momento, era algo grave estaba seguro, pero si seguia forzandola no iba a conseguir que me lo contara y probablemente se enfadaria.
- Es solo que... hoy es un dia de esos en los que no deberias levantarte de la cama... ¿Sabes a lo que me refiero?, un dia de esos es los que lo tienes todo y en cambio sin ningun motivo te sientes mal... Yo me siento mal y no lo comprendo, acabo de llegar de viaje y lo que deberia haber echo era ir corriendo a ver a mis amigos y familiares y en cambio aqui estoy... - Sonrei- Aunque bueno, si tino no va a ver a sus amigos, Sam viene a ver a Tino... -Ensanche aún mas mi sonrisa- Me alegra que estes aqui, de verdad que me alegra... - Di un pequeño beso en su hombro al terminar de decir esas palabras, simplemente me apetecio hacerlo y lo hice, note un escalofrio en mis labios al hacerlo y decidi hablar de algo rapidamente - ¿y si me acompañas a casa?, estarán todos allí seguramente, Erika, la aramat, jara, Elzu, mi pequeña... - no termine de decirlo - Estarán todos, seguro que lo pasamos bien, ¿te apetece? - no espere una respuesta - Claro, que te apetece, venga vamos... - me levanté de un salto y tiré de ella hacia mi - Va a ser genial, ves ya me has alegrado la tarde - Le di un beso en la mejilla y volvi a sonreirle.

- Es solo que... hoy es un dia de esos en los que no deberias levantarte de la cama... ¿Sabes a lo que me refiero?, un dia de esos es los que lo tienes todo y en cambio sin ningun motivo te sientes mal... Yo me siento mal y no lo comprendo, acabo de llegar de viaje y lo que deberia haber echo era ir corriendo a ver a mis amigos y familiares y en cambio aqui estoy... - Me sonríe - Aunque bueno, si tino no va a ver a sus amigos, Sam viene a ver a Tino... Me alegra que estes aqui, de verdad que me alegra... - Me dió un beso en el hombro que realmente me reconfortó. Levanté la mirada y le sonreí, me apreté más contra él, me hacía sentir bien.

Entendía perfectamente aquella sensación. Desde que había regresado tenía un dolor por dentro que no sabía como quitarme de encima, pero de alguna forma el haber encontrado a Tino después de tanto tiempo me sentaba bien, todos los malos momentos vividos en los últimos meses se estaban reduciendo a nada.

- ¿y si me acompañas a casa? - dijo rápidamente, cómo quien quiere cambiar de tema - estarán todos allí seguramente, Erika, la aramat, jara, Elzu, mi pequeña...

No terminó de decirlo y no entendía por qué. Cómo si yo no supiese que Laura estaba presente en su vida, su pequeña rubia. Suspiré para mis adentros, pensativa y no escuché lo que decía pero reaccioné enseguida, no me apetecía volver a rayarme con todo lo pasado entre nosotros. Se levantó de un salto arrastrandome a mí con él.

- Va a ser genial, ves ya me has alegrado la tarde - Me dió un beso en la mejilla y me volvío a sonreir. A modo de respuesta pasé mis brazos por su cintura y miré al suelo mientras caminabamos. Era lo que me apetecía hacer y era mi amigo ¿estaba aquello prohibido? ¿Y si lo estaba, qué? La verdad era que aquel plan no me apetecía en absoluto ya que yo no hubiese descrito la última vez que estuve con sus amigos como 'genial' , pero eso a él le hacía feliz y en erremaskuefe más me valía hacerme con la gente o me encontraría sola. Irremediablemente la imagen de Laura, su Laura, me vino a la cabeza y, sensata y discretamente, cruzé mis brazos en mi pecho mientras caminaba al lado de Tino en vez de estar abrazada a él. No estaba prohibido, pero si mal hecho. Además él no debió de darse cuenta ya que hacía un poco de frío para ir en tirantes y se lo tomaría como un acto reflejo por mi parte.

Le miré de reojo y me estaba mirando. Vale, tal vez se había dado cuenta. Saqué una media sonrisa, lo máximo que podía dar de mí en aquellos momentos, aunque hubiese querido mostrarle mi sonrisa más radiante. Yo le habría alegrado la tarde, pero él me había alegrado la vida desde que había salido de el convento, aunque también me había hecho daño pero ¿sin momentos malos, dónde estan los buenos? Le debía aquella sonrisa, eso y mucho más.

Descrucé los brazos y pasé mi mano por su pelo, deshaciendolo - No te imaginas las ganas que tenía de verte Tino Queen, no te haces una idea. - Finalmente sonreí anchamente.

Seguimos caminando hasta que llegamos a su casa.

[Off: post muy liante, lo siento xdd abre en tu casa Olivarius ]