Bar "Er Puchero" xDD

Paseemos por las calles cogidos de la mano hasta llegar al bar, cosa que a ella parecia cada vez costarle menos.
Al llegar al bar nos sentemos en una mesa que pegaba a la ventana, al principio me sente en frente de ella, pero después de hablar, hablar y más hablar , me senté a su lado, me gustaba sentirla cerca.
Me conto un poco de su vida con las monjas, era gracioso ver sus comentarios sobre las cosas, yo no paraba de reir y ella al principio se picaba un poco pero despues al final tambien se reia conmigo.
- Entonces, esto de ser monja ¿a que viene?, ¿o lo haces porque es lo unico que conoces?

- Si te digo algo no te ries? - le miré mordiendome el labio - esta ha sido la tercera vez que he salido del convento. Nunca he conocido otra cosa, ahí nací, ahí me criaron y hasta ahora... allí lo único que hacía era rezarle a dios, leer libros... no se... todo lo que haceis aquí es tan extraño para mí.. simplemente no estoy acostumbrada. - Sonreí

El camarero había venido y me había sonreido demasiado efusivamente ¿porque los hombres me miraban así? Era algo que le tenía que preguntar a Tino, algo debían de ver en mi que les parecia diferente... que no cuadraba en la sociedad.

El camarero no paraba de mirar embobado a mi acompañante, a lo que yo intente no hacerle demasiado caso.

- Pues te has perdido demasiadas cosas, yo te puedo enseñar el resto del mundo si tu quieres - Nuestras miradas se quedaron mirandonos fijamente por un momento,con cualquier otra persona hubiera hecho cualquier tonteria, pero con ella era diferente, era tan inocente... - Entonces.. imagino que nunca has besado a un hombre...

Abrí los ojos como platos y me sonrojé. Empecé a remover los espaguetis que me acababan de traer.

- Yo.. no, nunca - tartamudeé. Luego levanté la vista - hay tantas cosas que no se por donde coger.. creo que sí que voy a necesitar que alguien me explique las cosas - sonreí timidamente.

Le sonrei ante su respuesta y despues le pegue un sorbo a mi cerveza.
- Bueno, entonces no te podras separar de mi, soy un guia de la vida estupendo, no ves que e vivido mucho - Rei a carcajadas y ella también sonrio - le caeras bien a mis amigas.
-¿Las que se querian meter en una papelera?
- Si esas - Volvi a reir , cada vez estaba mas agusto con ella - pero ese dia estabamos todos un poco alucinados, no nos lo tengas en cuenta...

- Si, ya! - reí ligermante al recordar aquel día - Madre mía! Nunca me había percatado de lo incomoda que es ir con sotana!Me siento tan a gusto así - reí. No era yo la que decía aquello, me sentía distinta, me sentía liberada. Eché mi melena a un lado dejando entrever mi cuello, me acaricie el pelo mirando a Tino, sonreí - Cuando empiezan mis clases magistrales?

- Tus clases magistrales han comenzado desde el primer instante en que te cruzaste en mi camino, fijate... en apenas unas horas pareces una persona totalmente diferente y creeme estas mucho mejor asi- La mire descaradamente, no era lo que pretendia,pero me salio asi sin pensarlo, ella se ruborizo un poco y bajo la mirada otra vez al plato de spaguettis - Bueno , venga a comer, que despues te voy a enseñar Erremaskuefe, no es que haya mucho que enseñar, pero a menos disfrutaras de mi compañia. - Le di un pequeño beso en la mejilla al terminar con aquellas palabras, no se porque pero senti la necesidad de hacerlo.

Me ruboricé de nuevo ante aquella muestra de cariño. Si analizaba mi comportamiento ante aquellas pequeñas cosas en el pasado día, era totalmente distinto a como habría actuado en un caso 'normal'. Había sido él el que me había hecho cambiar? Mi madre hubiese puesto gestos de horror hacia todo aquello, pero empezaba a pensar que dios simplemente quería que fuese feliz, daba igual el modo y la ropa que llevase. Me acabé los espaguetis y di un ultimo trago antes de levantarme.

- Nos vamos? Quiero empezar a ver como se te da hacer compañia, como tu dices - sonreí

- Vamos! dije cuando termine de beberme la cerveza al tirón cogiendola de las mano como habia hecho ella anteriormente, pero no para guiarla sino para que el camarero viera que iba conmigo. - Con el dia que hace, un paseo por la playa, estaria bien.. ¿Te apetece?

Sonreí timidamente mientras le cogía de la mano.

- Nunca he estado en la playa... - dije mordiendome el labio inferior - pero me apetece muchisimo.

Apreté su mano con fuerza, me encantaba la sensación. Estaba despreocupada, no me importaba lo que pensaran de mí ya. Salimos de aquel bar mientras inconscientemente mis dedos a cariciaban los suyos.