Preparandose

Alcé la vista, Estaba perfecta, no todo lo perfecta que hubiese estado si hubiera podido hacer todo lo que yo quería, pero perfecta, me había tirado días buscando el vestido perfecto para ella, no había sido nada fácil, tenia que ser negro, no podía ser largo, nada elegante, un look casual y a la vez algo desfasado, estaba claro mi cuñada y yo para la ropa eramos personas diferentes, me acerque a ella y la abrace apretándola fuerte como hacia siempre.
Estás guapísima, podías haber llevado un vestido mas mano... - Observé la simplicidad del vestido , me miro con cara rara, no sabia si estaba asustada, o alta, para ella arreglarse era cuestión de hacerlo en cinco minutos, para mi cinco horas me parecía tener que ir con prisas – Pero no podías haber estado más guapa – Terminé diciendo mientras dejaba de abrazarla, sabia que lo del maquillaje tampoco tenia remedio, ella solo se iba a pintar la ralla del ojo, lo asimilé, aún era pronto, ya intentaríamos cambiar eso y miré por un instante su pelo, era bonito, un pelo al que se le podía sacar bastante partido, sabia la respuesta, pero pensé en intentarlo una vez más – Bueno, ¿nos vamos a la peluquería a arreglar ese pelo? - Le sonreí lo más natural posible.
¡ Noooooooo, Nooo, Noooo ! , Nada de peluquería, yo me peino sola – Farfullo...
Me encogí de hombros, de todas formas sabia que no iba a conseguir nada protestando.
Entro al baño y se peino, se había alisado algunas partes del pelo, otras las había dejado rizadas.
¡Que guapa! - Exclamé, y no mentía, una vez más estaba contenta con mi trabajo – Mi hermano me a dicho que te de esto – Le entregue un sobre, lo leyó, en el ponía que la esperaba en casa, no le pregunte que ponía ya lo sabia exactamente había estado con él mientras lo escribía, terminó de leer y me miro – Tira Anda – Le dije – Que lo paséis muy bien.
Se despidió de mi y salio corriendo hacia la puerta, no sin antes coger su chaqueta de cuero y ponérsela encima, abrí la boca para protestar, pero no lo hice, había cosas que no podría cambiar nunca, observé como salia y me dispuse a preparar todo con Aramat para lo que vendría después.

Entre todos me tenían bastante nerviosa. No sabía lo que se traerían entre manos, pero estaban todo el dia cuchicheando, que si miraditas, risas, y yo no me enteraba de nada, y aunque lo había intentado, no consegí sacar información a nadie.
Marta me había preparado un vestido, estaba en la cama preparado, era negro, bastante bonito. Me lo puse, me maquillé algo mas de lo normal, y salí a enseñárselo, intentó que fueramos a la peluquería pero insistí en que yo me arreglaría sola.
¡Que guapa! - Me dijo cuando ya estaba completamente lista, sonreí un poco y continuo diciendo, – Mi hermano me a dicho que te de esto – Me dio un sobre, decía que me esperaba en casa. Miré a Marta nerviosa, – Tira Anda – me dijo mientras sonreía - Que lo paséis muy bien-. Me despedí de ella, y me fuí hacia la casa.